La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) publicó su informe anual State of the world vine and wine sector in 2023 y varios medios especializados del sector se hicieron eco rápidamente de los principales indicadores del estudio, que básicamente muestran que 2023 fue para el vino un año de cosechas, consumo y comercio a la baja.
De hecho, según consigna el sitio especializado Bodegas del Uruguay –que recoge a su vez un artículo publicado por wein.plus, la mayor plataforma europea para temas vinculados al vino–, en 2023 la superficie de viñedo cayó medio punto porcentual, hasta 7,2 millones de hectáreas (ha), cifra que incluye también la uva de mesa.
“La producción de vino fue de 237 millones de hectolitros, un 10% menos que en 2022, pero superó la demanda en más de 16 millones de hectolitros, ya que el consumo también cayó por tercer año consecutivo un 2,6%, hasta 221 millones de hectolitros”, dice el informe.
Según la OIV, el 45% del vino que se produce se consume generalmente fuera del país de origen, lo que en términos de negocios genera subas y bajas en las exportaciones, como sucedió en 2023, que cayeron un 6% –hasta 99 millones de hectolitros (hl), el nivel más bajo desde 2010–, pero con un valor que alcanzó un nuevo récord de 36.000 millones de euros.
“Con 3,62 euros, el precio medio por litro fue un 2% más alto que en 2022 y un 29% más alto que en 2020”, dice el documento de OIV, señalando que “el aumento se debe a la inflación y a los mayores costos a lo largo de la cadena de suministro”.
Los países con mayor superficie vitícola son España –945.000 ha–, China –796.000 ha, casi exclusivamente de uva de mesa–, Francia –792.000 ha– e Italia –720.000 ha–; mientras que el 48% de la producción procede de tres países: Francia, que en millones de hectolitros ha tenido en 2023 un aumento del 4% respecto a 2022, Italia y España, que bajaron 23% y 21% su producción, respectivamente, respecto que a 2022.
“La cuota de la producción mundial de vino se eleva al 75% si se incluyen los cinco países siguientes: Estados Unidos (24,3 millones de hl), Chile (11 millones de hl), Australia (9,6 millones de hl), Sudáfrica (9,3 millones de hl) y Argentina 8,8 millones de hl). Solo la UE produce el 62% del vino mundial”, señala el informe State of the world vine and wine sector in 2023 de la OIV.
Aunque el vino se consume en 195 países de todo el mundo, cinco países concentran el 51% del consumo total: Estados Unidos (33,3 millones de hl), Francia (24,4 millones de hl), Italia (21,8 millones de hl), Alemania (19,1 millones de hl) y Reino Unido (12,8 millones de hl). Así y todo, según las cifras de la OIV, en todos estos países se consumió entre un 2% y 3% menos de vino que en 2022.
Los países exportadores más importantes por volumen fueron Italia (-1% respecto a 2022), España (-3%) y Francia (-6%). En términos de valor de las exportaciones, la clasificación es la siguiente: Francia (-3%), Italia (-1%) y España (-3%).
Los países importadores más importantes en volumen fueron Alemania (-0,3%), Reino Unido (-5%), Estados Unidos (-15%) y Francia (-5%). Por su parte, Estados Unidos, con (6.200 millones de euros (-12% respecto a 2022) lideró el valor de los vinos importados, seguido del Reino Unido con 4.700 millones de euros (-3%), Alemania con 2.600 millones de euros (-5%) y Canadá con 1.800 millones de euros (-15%).
Está claro que nuestro país, con sus casi 6.000 ha de viñedos, no mueve la aguja de los indicadores globales, pero la calidad de sus vinos hace que siga conquistando medallas de oro, plata y bronce en los más prestigiosos certámenes internacionales, datos que no miden la ganancia del negocio, pero sí manufactura.