Hace unos 15 años, tanto en las grandes superficies como en los pequeños comercios e incluso restaurantes y hoteles, la presencia del aceite de oliva extra virgen de producción nacional era del 0%. Esa cifra, actualmente, cambió notoriamente, alcanzando el 40% para los aceites hechos en el país -Uruguay cuenta con más de 250 empresas olivícolas, con una superficie de producción que alcanza las 10.000 hectáreas- y el 60% para los aceites provenientes de España e Italia, principalmente.
En este escenario, desde 2004 la marca de aceite de oliva extra virgen De la Sierra viene haciéndose un lugar cada vez más importante por su sabor y calidad, reconocida y premiada en Israel, Estados Unidos y Argentina, entre otros países.
“Cuando comenzamos a plantar olivos, hace ya unos 15 años, todo era mucho más pequeño. Ahora somos una empresa 100% de inversores nacionales con un objetivo muy claro: producir aceite de oliva virgen extra de primerísimo nivel”, dijo Jorge Calvete a InfoNegocios.
Según el director de De la Sierra, actualmente la empresa cuenta con más de 32.000 árboles en producción (unas 130 hectáreas ubicada en paraje Campanero y Arequita), “en su mayoría son de la variedad arbequina, que representa el 50% de las plantaciones en el país también, pero además tenemos picual, coratina y frantoio, lo que nos permite hacer una producción tanto monovarietal como de blends que, en nuestro caso, el que denominamos Selección, es el que más vendemos”.
De hecho, según puntualizó Calvete, el 50% de las ventas de De la Sierra son del aceite Selección, mientras que un 30% es el Picual y el 20% es del blend Arbequina - Coratina, cuyos precios por litro oscilan entre los $ 400 y $ 500.
Ahora bien, según Calvete, a nivel producción, el 2020 no solo será recordado por todo lo que ha ocasionado la pandemia, sino también “por ser una de las peores cosechas de la historia, que en nuestro caso, representó que solo tuviéramos 60.000 kilos de aceitunas, lo que nos permitió producir unos 9.000 litros de aceite”.
El director de De la Sierra recordó que la cosecha en 2019 había sido de 400.000 kilos, pero señala con optimismo que para 2021 espera una cosecha de 500.000 kilos, “lo que nos dará una producción estimada de 70.000 a 75.000 litros de aceite”.
Este crecimiento sin duda es una muy buena señal de recuperación tanto para la empresa como para todo el sector olivícola, que durante la zafra de cosecha alcanza a emplear alrededor de 5.000 trabajadores en todo el país.
En cuanto a su proyección internacional, Calvete señaló que todavía la empresa no ha logrado concretar ninguna venta, más allá de las muchas conversaciones que sí ha ido teniendo con interesados de la región.
“Es un paso que sin duda vamos a dar, pero no ha sido un año sencillo para ese tipo de negociaciones y hay que estar muy bien plantado para cuando las puertas se abran. Brasil, por ejemplo, es un país que importa alrededor de 8 millones de litros por mes de aceite de oliva, y Uruguay, en un año, puede llegar a producir cerca de 3 millones de litros. En nuestro caso apuntamos a un nicho y cuando eso suceda tendremos una buena noticia para dar”, finalizó el director de De la Sierra.