La industria frigorífica confirma su lugar como uno de los pilares de la economía uruguaya, con una contribución total que alcanza el 5,3% del Producto Interno Bruto (PIB) y la generación de cerca de 100.000 puestos de trabajo, según un estudio presentado por la firma Exante en el marco de la Rural del Prado.
El informe, elaborado para la Cámara de la Industria Frigorífica, detalla que el sector facturó en 2024 unos US$ 3.300 millones, de los cuales US$ 2.450 millones correspondieron a exportaciones. El valor agregado directo e indirecto superó los US$ 3.100 millones, a los que se suman otros US$ 1.200 millones por efectos inducidos, totalizando una contribución de US$ 4.300 millones a la economía nacional.
Crecimiento y productividad
La faena bovina mostró un incremento del 45% en los últimos 45 años, alcanzando un promedio de 2,2 millones de cabezas anuales, con picos que superaron los 2,5 millones. Este crecimiento se sustentó en una mayor eficiencia: la extracción para faena en relación al stock vacuno pasó de un promedio del 15% (1980-2000) a cerca del 19% en los últimos años.
La productividad del sector también se refleja en el aumento del peso medio de faena y la reducción de la edad de los animales, así como en la duplicación de la producción de carne por hectárea en los últimos 40 años.
Las exportaciones de carne y subproductos representaron el 20% de las exportaciones totales de bienes de Uruguay en 2024, ubicándose como el segundo rubro de exportación, solo por detrás de la celulosa.
China es el principal destino en volumen (50% del total), aunque mercados como Estados Unidos y la Unión Europea destacan por el valor pagado, con precios muy superiores. El acceso a la cuota 481 impulsó la faena de animales terminados a grano, que alcanzó un pico del 16% del total en 2024.
Empleo e impacto territorial
El sector genera unos 98.000 empleos en total (directos, indirectos e inducidos), lo que equivale al 6% del total de ocupados del país. Canelones es el departamento con mayor cantidad de trabajadores directos, mientras que Durazno lidera en incidencia relativa: el 6,3% de sus ocupados privados trabaja en el sector.
Los salarios líquidos promedio en la industria frigorífica son un 20% más altos que el promedio nacional, llegando a $ 54.415 mensuales frente a $ 45.238 del resto de los sectores privados.
A pesar de su solidez, el sector opera con márgenes reducidos y volátiles, con un EBITDA promedio de apenas 2,8% del valor de la producción bruta en los últimos 20 años. El informe concluye que resulta clave sostener las mejoras de productividad en toda la cadena y mantener el estatus sanitario que le permite acceder a los mercados más exigentes.