Quienes alguna vez hayan ido a Cabo Polonio no lo olvidarán jamás. Tanto es así que, para cualquier persona, hay un antes y un después del Cabo Polonio. Ahora, este mítico balneario del departamento de Rocha comienza a crear una nueva etapa. Sí, se abre una nueva posibilidad de vivir el Cabo Polonio, pero con su misma plenitud, su misma magia, sus mismas dunas… incluso mejores, más cuidadas.
El punto es que la firma de desarrollos inmobiliarios Balsa & Asociados lanza esta semana la venta de una franja de parcelas en la zona de playa La Calavera. Se trata, según supo InfoNegocios, de un número limitado de parcelas en las que se permitirá la construcción de viviendas bajo las normas establecidas para la conservación del Parque Nacional Cabo Polonio.
Cabe recordar que hacia fines del año pasado, Balsa & Asociados, firma que creó el primer barrio privado autosustentable del país -Pilar de los Horneros- y el primer barrio privado del país biointeligente -La Juana-, entre otros desarrollos inmobiliarios, adquirió el predio perteneciente a la sucesión Tisnés, ubicado al noreste del balneario y de casi 200 hectáreas. Este hecho ocurrió luego de lograr un acuerdo entre herederos y pobladores, poniendo fin a un conflicto legal, de más de tres décadas, que impedía la regularización.
Las parcelas que salen a la venta están ubicadas en el centro de este padrón, dentro del área de 10 hectáreas habilitadas para construcción.
“Es una zona con un potencial enorme -señaló Juan Balsa-, que por la disputa legal que existía era inaccesible para quienes soñaban con un rancho en este lugar”. Según el director de Balsa & Asociados, lo que se pretende con esta iniciativa “es abrir esa posibilidad”.
De algún modo ya lo dijimos, pero vale la pena repetir que el Cabo Polonio no solo es mágico porque posee las más extensas y desérticas playas de la costa uruguaya, sino también porque posee enormes dunas e islas habitadas por lobos marinos. En Cabo Polonio no hay agua corriente ni calles por las que circulen vehículos ni tendido eléctrico. En este sentido, el Cabo Polonio es más que un balneario turístico, es una experiencia, y como tal recibe cada año a miles de personas y nacionalidades.
En este sentido Balsa dijo que, si bien desde la adquisición del padrón Tisnés hubo interés de muchos uruguayos, argentinos y brasileños, también hubo muchas consultas desde Estados Unidos y países de Europa para ver cómo hacerse de su lugar en el mundo en este lugar del mundo.
Para ser más precisos, en esta instancia saldrán a la venta 20 parcelas, tratándose de un número limitado que lo que busca es asegurar un desarrollo paulatino y ordenado, con valores que van desde US$ 130.000 y US$ 200.000.
“El Cabo es un lugar que despierta interés en todo el mundo y la idea es ofrecer las parcelas como algo único”, asegura el director de Balsa & Asociados, agregando que lo principal en esta iniciativa es “la conservación del patrimonio natural”.
Según dijo Balsa, para la construcción de viviendas, los compradores de las parcelas deberán cumplir con todas las disposiciones y aspectos establecidos en el Plan de Manejo del Parque Nacional Cabo Polonio, un reglamento elaborado por la Dirección Nacional de Medio Ambiente que busca equilibrar las necesidades de desarrollo con las de conservación del lugar.
Por ejemplo, para preservar el paisaje, las viviendas podrán tener una altura máxima de 6 metros y 50 m2 de superficie en planta baja, respetando una distancia de -al menos- 15 metros con las casas vecinas, una separación aún más amplia que la establecida en el Plan de Manejo.
En el caso de la protección de las dunas, las viviendas deberán erigirse sobre una plataforma de al menos un metro y mantener el nivel natural del terreno, entre otras disposiciones.
Para construir, los propietarios tendrán que presentar el proyecto ante Balsa & Asociados, que controlará en forma estricta el cumplimiento de las normas para la conservación y que luego también deberá ser aprobado por la Intendencia de Rocha.
“El objetivo es promover un plan de triple impacto -sostuvo Balsa-, que al mismo tiempo que permite el desarrollo y la generación de empleos para la comunidad local, también cuida del paisaje, la vegetación y todas aquellas características que hacen al Cabo un lugar valorado en todo el mundo”.