El Ramírez fue la gran fiesta en la ciudad desierta
La tarde del 6 de enero, salvo en la playa, en Montevideo no había un alma. El termómetro marcaba 35 grados pero no importó. Unas 10.000 personas colmaron el hipódromo de Maroñas para vivir la fiesta del gran premio José Pedro Ramírez que tuvo apuestas récord y un triunfador de punta a punta: Relento. Muchas marcas acompañaron el acontecimiento, que quizás no mostró tanto glamour como en años anteriores, salvo en el apartado de la gente de Codere que tenía varios motivos para celebrar, luego de haberse adjudicado la licitación del Hotel Carrasco, al menos “en la cancha”. Habrá que ver qué pasa “en la liga”. Nativa preparó una etiqueta especial y regalaba botellas de agua de 500 ml, +Visión regaló sombreros a los que llegaron temprano, Antel puso promotoras, Microsules repartía regalos, las motos Keeway exhibían un par de modelos a la entrada del recinto del Palco Oficial, Martini puso un corner Sunset y Johnnie Walker se veía por todos lados. Tampoco vimos muchas celebrities que seguramente habría. La política también estuvo presente dentro y fuera del recinto. Adentro, vimos al ministro de Turismo y Deporte, Héctor Lescano, a los Michelini (el senador Rafael y el viceministro de Educación y Cultura Felipe), pero afuera había un par de camiones con gigantografías de campaña: una de Luis A. Lacalle y otra de Jorge Larrañaga.