El último informe de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CNCS), demuestra que las ventas reales aumentaron 2,2% interanual durante el segundo trimestre de 2025, marcando el sexto trimestre consecutivo de números positivos, pero con un dinamismo menor al observado al inicio del año.
El relevamiento incluyó a 254 empresas de todo el país, que emplean a 13.762 personas en 506 locales. De ellas, siete de cada diez reportaron caída o estancamiento en sus ventas, mientras que los índices de difusión por rubros y empresas reflejaron un panorama menos favorable que en el primer trimestre.
En Montevideo, las ventas crecieron 2,4%, mostrando un leve repunte, mientras que en el Interior el aumento fue de apenas 1,1%, muy por debajo del 6,8% registrado a comienzos de año. En el sector Servicios, las tendencias fueron dispares: mientras Montevideo registró una caída de 11,8%, el Interior experimentó un crecimiento de 4,6%.
Entre los rubros, Hoteles e Inmobiliarias lideraron el crecimiento con aumentos de 12,5% y 6,7%, seguidos por Supermercados, que sumaron 3%. Indumentaria e Informática también mostraron resultados positivos, aunque a menor ritmo que en trimestres anteriores. Por el contrario, Materiales de construcción, Ferreterías, Vehículos, Repuestos, Restaurantes y Confiterías registraron caídas interanuales de entre 3% y 5,4%.
El tamaño de las empresas también marcó diferencias. Las micro y pequeñas sufrieron retrocesos más significativos, mientras que las medianas y grandes mantuvieron su crecimiento, con variaciones de 3,1% y 2,6% respectivamente. Entre los principales desafíos que enfrentan las empresas se destacan la menor actividad económica general, los costos laborales y tributarios, así como la competencia informal.
Respecto a las expectativas para el tercer trimestre, sólo un 31% de las empresas prevé crecimiento, mientras que un 20% anticipa caídas y el resto espera mantener sus ventas. Los sectores más optimistas son Supermercados, Restaurantes y Publicidad, mientras que Indumentaria, Vehículos e Inmobiliarias se muestran más cautelosos. En ese aspecto, la segunda mitad de 2025 se perfila como un desafío, en un contexto de desaceleración de la actividad económica tanto a nivel sectorial como global.