Hasta el sábado 3 de junio puede disfrutarse de un nuevo circuito gastronómico pensado para recorrer con amigos: la Zillertalería, una propuesta que para esta ocasión cuenta con los boliches La Hacienda, Bar Paysandú, El Vivero y Cantina Obligado que diseñaron su propio Tapeo Zillertal: una serie de platitos que destacan las joyas ocultas del menú de cada local acompañado de una cerveza Lager doble lúpulo de calidad Zillertal.
Cada menú está pensado para compartir entre tres o cuatro personas. La experiencia busca resaltar lo mejor de la esencia de cada local y potenciar una vivencia relajada, cómoda y de alta calidad.
La Hacienda es un referente del barrio Pocitos desde hace 80 años y su propuesta incluye croquetas de jamón serrano -un clásico del lugar- junto con milanesas y palanquitas de vegetales, un plato que estrenan para el circuito.
El Viejo Bar Paysandú, de origen español, comenzó en 1910 como una fiambrería y almacén, al que más adelante se incorporó un bar. En aquella época era uno de los pocos lugares en Montevideo donde se podía encontrar aceite de oliva y whiskies importados.
Su estilo permanece intacto, con una barra en forma de herradura, predominando la madera, el mármol y el ladrillo a la vista. Hoy la propuesta conecta con su origen, aggiornando el concepto e incluyendo charcutería, bar almacén y café.
Su propuesta de tapeo para acompañar con Zillertal está compuesta por embutidos artesanales y unas empanadas muy sabrosas de elaboración propia.
El Vivero nació en 2020 buscando generar un espacio relajado y pensado para compartir cualquier día de la semana una experiencia única entre las plantas que transmiten la tranquilidad del ambiente. Su gastronomía casera y de alta calidad, junto a las cervezas y tragos de autor son sus rasgos distintivos.
Para esta ocasión, el Tapeo Zillertal sale con pacoras, unos buñuelos especiados de origen indio, su clásica tortilla de papa y fallafel para dipear.
Cantina Obligado tiene su origen una antigua panadería de barrio ubicada en la calle Obligado entre Maldonado y Baldomir con características particulares, un amplio obrador donde los panaderos desarrollaban su trabajo, que en la actualidad es la cocina, y un horno a leña de gran tamaño que concitaba toda la atención.
Para acompañar la clásica Zillertal de tirada, el tapeo resalta su hummus de garbanzo y pan de pizza, croquetas de jamón crudo con salsa de frutos rojos, y fainá relleno de cebolla caramelizada y mozzarella gratinada.
Además, los jueves y los domingos, en conjunto con Zillertal, uno de los locales tendrá algunas sorpresas que buscan acompañar el mood chill de cada lugar.