Ángeles Mora, Casi un cuento
“…Él susurró que lo mejor sería
no enamorarse,
ella no le llevó la contraria,
para qué si se sabía vencida.
Ante todo se dejó acariciar
por sus manos manchadas de ternura.
Eso sí
no sé enamoró…”.
El blog de Emma Gunst.