... algunas cosas la pintamos entre nosotros, todo a pulmón”, describió Sylvana Cabrera, dueña del emprendimiento en el que, a pesar de haber refaccionado y reutilizado muchos elementos, invirtió U$S 35.000.
Si bien “Sin Pretensiones” está ubicado en plena zona de oficinas el objetivo es apuntar a los turistas con comidas bien nacionales como puchero a la bolsa, cocina en olla de barro, lomos de exportación y hasta helado de arazá rojo (fruto uruguayo), pero “también apuntamos a ese uruguayo que disfruta de las cosas nobles”.
El local, ex tienda de zapatos, cuenta con 160 m2, 12 mesas interiores más 4 en la parte exterior, y trabajan 4 personas vinculadas de toda la vida al mundo de la gastronomía. Además de la comida, en Sin Pretensiones también hay espacio para libros, diarios, adquisición de vajilla, cristalería fina, y hasta un buzón de pedidos. “hacemos mimos, nos podés pedir un antojo y trataremos de cumplirlo”, explicó Sylvana que asegura que en esta primera semana el negocio ha tenido muy buena aceptación.