Este clásico fue inventado en la isla europea a fines del siglo XVII, cuando los irlandeses adoptaron la costumbre de pedir un shot de whisky mientras esperaban la cerveza, fusionando dos bebidas cuyo ingrediente común es el grano de cebada.
La experiencia de degustación de un Boilermaker comienza con un sorbo de cerveza, que nace de la fermentación de la cebada y se caracteriza por el aroma floral del lúpulo germano, seguida de un sorbo de whisky, cuyo origen es la destilación de la cebada ya fermentada.
La propuesta “Hermanos de sangre es la ley primera” permitió combinar una copa de 300 mililitros de Zillertal y un vaso de 30 mililitros de Jameson y fue servida en Brickell Irish Pub, The Shannon Irish Pub & Food, Ennis Irish Pub, Bluzz Bar, OHM, El Fondito y Genoveva.