Armando se hizo cargo de la papelería —que tiene 73 años de historia—- a sus 20 años. Su padre falleció en un accidente de tránsito y junto a su abuela tomó las riendas del negocio. Introdujo al Uruguay marcas como Maped, que no estaba presente en el mercado, y Stabilo, que existía en Uruguay pero “no era bien trabajada”. A partir de allí, el negocio empezó a crecer y tuvo que cambiar el espacio que tenía de 150 m² por uno de 1.000 m².
Los principales clientes de Santiago Aloy son papelerías de todo el país, supermercados, grandes empresas y ferreterías. “No vendemos al consumidor final para no competir contra nuestros propios clientes. Viajamos a ferias internacionales buscando tener los mejores productos. Comercializamos cerca de 3.500 productos distintos, aunque unos 100 son las estrellas del negocio”, explicó Rony Aloy a InfoNegocios. Los productos más solicitados por los clientes siempre son los resaltadores de Stabilo.
La familia Aloy firmó hace poco un protocolo familiar, elaborado con ayuda de un abogado, luego de evaluarlo durante dos años. “Hoy somos tres hermanos. En una cuarta generación entrarían muchos hermanos y primos. Queremos que trabajen en la empresa solo quienes estén capacitados para hacerlo, no queremos crear puestos solo para que estén acá”, dijo Rony.
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