En tan solo un año, el cannabis que se vende en la red de farmacias adheridas al Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA) del país -situadas no solo en Montevideo sino también en los departamentos de Artigas, Lavalleja, Maldonado, Paysandú, Sato, San José y Soriano- tuvo un aumento de poco más del 30%.
Dicho de otro modo, el paquete de 5 gramos del psicoactivo de uso no médico pasó de una venta al público de $ 265 a $ 350 en un período de 12 meses, habiendo sido sus más recientes incrementos en los últimos seis meses: en agosto de 2020 aumentó $ 35 -pasando de $ 265 a $ 300-, luego en diciembre de 2020 subió otros $ 40 -de $ 300 a $ 340- y ahora, en febrero de 2021, pasa de los $ 340 a $ 350.
Cabe señalar en este sentido que entre febrero de 2020 y febrero de 2021 el aumento fue de $ 85, una cifra bien significativa que se la compara entre febrero de 2019 y febrero de 2020, que el aumento había sido de $ 45.
A simple vista pueden parecer números menores, pero desde que este mercado viene siendo regulado por el Estado -con la implementación de la Ley 19.172 de diciembre de 2013-, las arcas del mismo han recibido de la venta legal de la marihuana en Uruguay -desde julio de 2017 al cierre de la memoria del IRCCA de 2019- aproximadamente US$ 890.000.
¿Es mucho o es poco? Posiblemente no sea ni una cosa ni la otra. Lo que sí es cierto es que se trata de números que surgen en un mercado en el que la oferta es inferior que la demanda, en el que los puntos de venta se encuentran en menos de la mitad de los departamentos del país y, fundamentalmente, en que todavía menos de un tercio de los consumidores se ha registrado de forma oficial.