En 2013, cuando abrió por primera vez sus puertas en el país, Chesterhouse fue la primera cafetería uruguaya que instaló el concepto de café express al mejor estilo cafeterías multinacionales, pudiendo el cliente comprar su café en vasos especialmente diseñados para ir tomándolos en el camino, llevarlos al trabajo o bien, quedándose cómodamente sentado en los sillones Chesterfield o Chester, un símbolo indiscutible y emblemático del estilo clásico de decoración británico que comenzó a utilizarse en el siglo XVIII y que sirvió de inspiración para el nombre de la cafetería.
Desde aquel entonces a esta fecha, Chesterhouse pasó por distintas etapas. De hecho, hasta que un nuevo grupo de inversores -de capitales 100% uruguayos- se hizo de la marca, los cuatro locales de la cafetería estuvieron cerca de medio año cerrado, reabriendo en agosto de 2020 con más incertidumbres que certezas, ya que en plena pandemia los cafés fueron los locales que más sintieron el cimbronazo del home office.
Ahora bien, convencidos de la calidad de su producto -en Chesterhouse trabajan con Amor Perfecto, un café de especialidad premiado en el mundo- y sabiendo que sus cuatro sucursales están ubicadas en zonas donde operan destacadas empresas nacionales e internacionales -Zonamérica, Torre 2 y Torre 4 del World Trade Center y Ciudad Vieja-, en Chesterhouse buscaron cómo revertir la situación de que sus principales clientes estuvieran trabajando en home office.
“La pandemia cambió nuestra dinámica de trabajo y nos enfrentó al desafío de llevar la experiencia de Chesterhouse a las casas de los ejecutivos y empresarios que hacían un alto en nuestros locales”, dijo Felipe Chetrit a InfoNegocios, agregando que fue en ese momento que “lanzamos a nivel corporativo los Packs Chester para empresas, un producto dirigido principalmente para los departamentos de recursos humanos y comunicación interna”.
Según el ejecutivo del Departamento Comercial de Chesterhouse, estos packs se adaptan a las necesidades de cada cliente, acordándose previamente día y hora de entrega en la dirección deseada. “Muchas empresas lo utilizan para generar una cercanía con los equipos en reuniones virtuales -sostuvo Chetrit-, lo que permite que todos compartan un desayuno o un coffee mientras trabajan virtualmente”.
Si bien la experiencia de un espresso, un macchiato, un panna, una lágrima o un cappuccino recostado en un Chester es inigualable, según Chetrit la respuesta a este nuevo servicio de nuestros clientes corporativos “fue muy alentadora, ya que comenzamos tímidamente el año pasado con un promedio de 40 envíos mensuales a hoy estar alcanzando a entregar, en un mes, entre 270 y 300 packs en direcciones particulares”.
Los precios para este servicio de café corporativo es variado, de acuerdo a los requerimientos de cada empresa, pero rondan los $ 500 con envío.
“Otro producto destacado -agregó Chetrit- son las cuponeras para empleados, que varias empresas brindan a sus equipos. Este servicio puede ser tanto para almuerzos como para desayunos o meriendas”.
Dicho de otro modo, un empleado de una empresa que contrate este servicio corporativo con Chesterhouse puede pasar por el local, consumir en el mismo o llevarlo a la oficina o su casa. “Los costos dependen de lo que la empresa desee, un desayuno ronda los $ 190 y un almuerzo los $ 300”, puntualizó el ejecutivo comercial.
“Ya con la mira puesta en fin de año y los cierres de las empresas -señaló Chetrit-, estamos lanzando los servicios corporativos de catering, con variedad de productos con una calidad inigualable”.