Karina Medero es la propietaria de Macanudo, un carro de comidas ubicado en Avenida del Libertador casi Plaza Fabini. En su cumpleaños número 2 con este nombre y luego de haber hecho una inversión de US$ 40.000 para su apertura, la pandemia tocó la puerta.
“Le estamos poniendo alma, en lo que respecta a números estamos lejos, en el entorno a un 40% debajo de lo que se vendía previo a la pandemia. Sobre todo en invierno que es cuando más nos afecta las ventas” señaló la empresaria.
Sin embargo, analizando la evolución mes a mes, se observa una mejoría en las ventas que acompaña el aumento de la movilidad y la disminución de las restricciones. El producto más vendido refiere a todo lo que implica lo más caro “las hamburguesas de mayor valor, lo más gourmet, las dobles, la especial de 200 gr, lo que sale de lo común”.
La marca pretende posicionarse en la búsqueda permanente de mejorar el gramaje y la calidad de la materia prima así como también en ampliar la oferta; “sumamos jugos naturales, medallones vegetarianos y veganos que era algo que no estaba contemplado hasta el momento, son artesanales y no están compuestos solo de soja sino de lentejas, quinoa, garbanzos mezcladas con puerro y queso magro (para vegetarianos)”.
Respecto a qué factores han contribuido para continuar avanzando con la empresa, Medero señaló que “desde siempre hemos estado a tope con los insumos y su higiene, al igual que con los cuidados personales tanto de los miembros del equipo de trabajo, como de tener a disposición del cliente alcohol en gel y demás precauciones necesarias en los tiempos que corren. Esto ya estaba en la cabeza de la gente lo que respecta a los cuidados que tenemos de forma permanente y esto jugó muy a favor, los clientes confiaron en nosotros”.