El fin de “la última milla” para Internet está cada vez más cerca.
En España, la fundación Güifi.net reúne a 7.000 hogares que comparten su acceso Wi-Fi desde hace cinco años y empezaron a tender su propia fibra óptica. Quien quiera Internet a 100 megabits (100 veces más de lo que se tiene en Uruguay) tendrá que pagar una buena suma por la fibra hasta su casa, pero no necesitará nunca más a las operadoras. Con esto se termina el eterno problema de “la última milla”, tan problemático a la hora de definir anchos de banda. ¿Qué pasaría con una iniciativa así en Uruguay?