En base a la película “Into the wild”, dos jóvenes estudiantes de administración de empresas, decidieron viajar al lugar en el cual el protagonista pasa los últimos días de su vida; el Parque Nacional de Denali en Alaska. “Durante ese viaje, de reflexión, analizamos hacia dónde proyectaríamos nuestro futuro, siempre tuvimos por nuestra formación y forma de ser el interés por emprender, pero nunca por el simple hecho de hacerlo, sino volcarlo en algo que nos motive y apasione de verdad” señaló Juan Pablo.
Así fue que nació la marca de ropa Denali, con el objetivo de fusionara aspectos que identifiquen a Uruguay con intereses personales tanto de Juan Pablo como de Ignacio, quienes no están interesados en dar sus apellidos ya que prefieren el anonimato y que la marca se represente sola “hable por sí misma”.
Los emprendedores comenzaron de cero, conocedores de que la materia prima que habían elegido era de primera calidad aunque en principio pretendieron fabricar cosas complejas que “para el país era inviable”. Así fue que “vimos que teníamos que pensar las cosas desde un lugar diferente, en tanto qué es lo que se podía hacer en Uruguay” señaló Juan Pablo, y comenzaron a fabricar buzos.
Desde ese momento, abrieron un local en Punta Carretas y varias tiendas multimarca comenzaron a comercializar sus prendas, sin embargo, al cabo de dos años, decidieron que su camino era individual y que no correspondía que sus productos estuvieran al lado de buzos (por ejemplo) de origen chino, a los cuales les hacían grandes descuentos.
“Nuestro interés siempre fue manejarnos como marca independiente, no casarnos con ningún lugar, no recibimos fondos ni de familia ni de incubadora, ni del Estado, de nada. Por tanto entrar en tiendas multimarcas que producen en China, etc que tienen la posibilidad de hacer descuentos enormes, comprendimos que no teníamos nada que hacer ahí porque nuestro producto es diferente” comentó Juan Pablo.
La marca diseña y produce en Uruguay y también vende al exterior; “hemos enviado a Portugal, Inglaterra y en Estados Unidos hemos enviado varias veces al estado de Texas”.
En tanto, según el empresario, “la pandemia nos agarró bien parados” ya que Denali tenía la página pronta para trabajar con e-commerce. En este momento, la empresa cuenta con un solo lugar, donde se nuclea todo, la oficina, el depósito y el showroom ubicado en 21 de septiembre y Benito Blanco.
Mientras que los clientes “muestran un alto grado de satisfacción ya que la marca ofrece devoluciones gratuitas; si no están conformes les devolvemos el dinero, las prendas tienen cambio, ofrecemos un respaldo”.
Según el empresario los compradores valoran los productos porque saben que está hecho por mano de obra uruguaya y materia prima uruguaya por lo cual “están dispuestos a pagar un poco más”, un buzo de lana merino cuesta $3.100. La marca también comenzó a comercializar camperas, remeras y camisas.