En un momento de su vida, Rubén Fernández, descendiente de gallegos y tercera generación de panaderos, decidió cambiar la elaboración típica de pan por la fabricación de pan congelado, dando lugar así al nacimiento de Friopan. Sin embargo, una de las características principales de esta empresa es que Fernández sigue con la tradición -como lo hacía su abuelo Serafín y su padre Domingo- de hacer pan con agua, harina, sal y masa madre combinándola con modernas técnicas de congelamiento.
Luego de un año difícil como fue el 2019 -en el que un grupo de trabajadores sindicalizados ocupó la planta y se generaron pérdidas en ese entonces de más de $ 6 millones- y de uno inesperado como fue el 2020 -con la pandemia a cuestas y una bajante en las ventas del 30%-, Fernández arranca el 2021 con la convicción de seguir dándole a los uruguayos un producto de primera calidad.
“Sabemos que con nuestra participación en el mercado, que es de alrededor del 25%, estamos brindándole a una importante cantidad de uruguayos, que se acercan a más de 600 canales de ventas que tenemos entre pequeños comercios, cadenas de autoservicios y supermercados, un producto con sabor, elaborado con calidad y calidez”, dijo Fernández a InfoNegocios, agregando que si bien no es la única empresa que ofrece productos panificados congelados, “sí somos la única que mantiene una fuerte tradición en la elaboración del pan”.
Si bien los panes y bizcochos congelados de Friopan se venden “como pan caliente”, fundamentalmente en toda la franja costera que va desde Colonia a Rocha, pasando por Montevideo y Maldonado, Fernández remarcó que el 2020 fue un año marcado por el menor consumo.
“La gente, al estar más tiempo en sus casas debido a la pandemia, elaboró mucha más comida casera y muchos se inclinaron por hacer sus propios panes”, señaló el propietario de Friopan, recordando que “entre abril y mayo la bajante en ventas fue del 30%, repuntando recién en octubre para volver a caer en picada en noviembre”.
“Esto -dijo Fernández- no agarró mal parados en la época de mayor zafra del pan congelado, que es en los meses de diciembre, enero y febrero, por lo que empezamos el año con una facturación mensual que ronda los $ 20 millones, la mitad de lo que llegábamos a facturar en otras épocas”.
Con una producción diaria cercana a las cinco toneladas, la apuesta de Fernández de cara a 2021 es seguir innovando en productos, “como por ejemplo una nueva línea de pan rallado y lo más novedoso son las Empanadas Friopan, que ya vienen horneadas y cocidas y se descongelan en pocos minutos”.
“Como dice nuestro eslogan, Friopan es el sabor del pan caliente -dijo Fernández-, es el sabor de lo tradicional, es el trabajo artesanal combinado con la innovación tecnológica”, agregando que si bien en 2019 tuvo ganas de bajar cortina, hoy se siente orgulloso de “haber seguido adelante y dar trabajo a 90 personas que con sus manos hacen un pan exquisito”.