Por Check, una plataforma de fácil uso y que no requiere de ninguna programación, ya han pasado más de 4.000 alumnos, quienes han hecho más de 1.000 entregas y han ejercitado con más de 80.000 prácticas o trabajos elaborados por sus profesores. Sin embargo, esta startup que hizo su estreno como app en Android y en iOS en 2019, recién está explotando ahora como recurso para estudiar.
“Sin duda el coronavirus vino a ponernos en escena con más fuerza –dijo Rafael Dossetti a InfoNegocios–, duplicándonos el número de usuarios. Por el momento, en lo que se refiere a ingresos, todavía no podemos medirlo. Pero sí te puedo decir que somos una app de estructura chica a la que le pueden entrar US$ 30.000 al año, que se reinvierten para el desarrollo. En cierta manera esta es una startup que se paga sola”.
Según Dossetti, la clave en Check está en permitirles a los profesores hacer un seguimiento mucho más exhaustivo del rendimiento de sus alumnos, en tiempo real, viendo en qué hay más aciertos y en qué se muestran más desaciertos, algo que de alguna manera puede tomarse como insumo para mejorar su enseñanza. Es decir, si en un ejercicio o problema planteado por el docente, las respuestas se repiten con el mismo error, el tema no está en los alumnos, sino en el modo en cómo fue planteado ese problema, por lo que Check sirve como base para replantear el ejercicio.
Otra de las ventajas de Check está en que los alumnos, no importa dónde estén, pueden ejercitarse. “Nuestro motor, exclusivamente desarrollado, le permite al docente adaptar su clase y actualizar sus cursos, dándole la posibilidad a los alumnos de estudiar en cualquier dispositivo. Además, el docente puede adjuntar videos, audios y archivos a cada uno de los temas de su plan de estudio”, puntualizó Dossetti, agregando que el costo para que cada profesor pueda generar un usuario (alumno) a la plataforma es solo de $ 120 por mes.
“Una vez que ese alumno está preparado, dio su examen o hizo su entrega, puede dejar de ser usuario. Es decir, mensualmente en Check tenemos un recambio de más de mil alumnos”, explicó el desarrollador de esta plataforma que, según sus palabras, “llegó para quedarse, porque por más que las clases presenciales vuelvan más temprano que tarde, los docentes encontraron en este mecanismo una optimización de su tiempo”.
Dicho de otro modo, un profesor puede preparar en su casa, en dos o tres horas de trabajo, la cantidad de clases por video que quiera, de 30 o 40 o 60 minutos o más. Puede también preparar escritos o evaluaciones. Todo eso lo sube a Check una sola vez y ya tiene su parte terminada. Los alumnos, luego, podrán ver esos materiales de corrido o pausándolo o como la conectividad y recursos tecnológicos les permita, pero tendrán una fecha de entrega para rendir o interactuar.
En suma, en tiempos de cuarentena, Check es una plataforma que ofrece una fácil ayuda a seguir enchufados y motivados en aprender y enseñar en la nueva normalidad.