La baja en la rentabilidad se debe según Fernández a que “les aumentaron la carga impositiva, y bajó la cantidad de viajes, por el aumento en las tarifas”. Explican que el transporte tiene ciertas exoneraciones y ellos no lo tienen ni en compra de nafta, ni de vehículo e incluso se les exige el seguro más caro. Si un chofer trabaja media jornada no le alcanza para pagar los costos fijos, indica Fernández.
Para tener una idea, un chofer que trabaja 6 jornadas de 12 horas le quedan en la mano unos $ 22.000. Fernández dijo que el hecho de que la tarifa sea más cara se debe a lo que cobra Uber. Por ejemplo, un viaje de $ 100 , al chofer le quedan entre $ 59 y $ 61, ya que al total se le cobra 7% para fondo de Movilidad, 3.7% tasa de solicitud y 25% +IVA se destina a Uber. Según el cálculo del sindicato, el encarecimiento de la tarifa está en el orden del 40%.
Los autos comenzaron siendo 3.500 con 5.000 choferes, hoy son 3.100 coches con 3.400 choferes. El 70% de la flota es de autos del 2017 y 2018. El 70% de los trabajadores tiene más de 45 años y el 30% restante de los trabajadores tiene entre 20 y 25 años.