Ponerse al día con la tecnología tendrá como desafío enfrentarse a las viejas formas de hacer negocios, aunque las empresas familiares tienen un atributo clave que puede ayudarles a impulsar un mejor desempeño: sus valores. Que sobrevivan y triunfen es importante, no solo para su propio legado, sino también para la economía, ya que representan más de la mitad del PIB mundial y dos tercios del empleo.
La encuesta de PwC informó durante muchos años que la digitalización sería una prioridad para la mayoría de las empresas familiares, pero este año nuevamente vemos que el progreso es lento. Aunque cuatro de cada cinco encuestados (80%) nombraron “innovación y tecnología digital” como una de sus principales prioridades, solo el 19% de los encuestados describió su viaje digital como “completo”. De hecho, el 62% dijo que sus capacidades digitales aún no eran sólidas.
Es probable que, si una empresa familiar no invierte en digitalización, no sea sostenible en el tiempo, debido a que su estructura y las formas de trabajar quedarían obsoletas en el mercado. A su vez, no es sorprendente que las empresas familiares en las que está involucrada la generación más joven hayan contestado que son digitalmente fuertes. En 2019, preguntamos a las "próximas generaciones" cómo pensaban que podían contribuir mejor a sus negocios familiares y el 64% dijo que “tenía las habilidades para ayudar a desarrollar un negocio que fuera apropiado para la era digital”.
Es posible afirmar que las tendencias digitales aceleradas por COVID-19 llegaron para quedarse.
El 83% de los directores ejecutivos encuestados esperan aumentar su inversión en tecnología. Si las empresas familiares no actúan según sus prioridades tecnológicas, probablemente sea difícil mantener su legado, siendo que casi dos tercios de los encuestados dijeron que mantener el mismo, es su máxima prioridad.
Fuente:
Rossana Grosso, Directora de Consultoría en Gestión Humana de PwC Uruguay
Virginia Rey, Senior Associate de Consultoría en Gestión Humana de PwC Uruguay