Cecilia Aguirre es la emprendedora y propietaria detrás de La Croissantería. Un proyecto que asegura “no podía sacarme de la cabeza y lo cierto es que los emprendedores uruguayos le estamos perdiendo el miedo a la especialización”. Aguirre estudió y sigue estudiando panadería, repostería y según cuenta, encontró en el croissant “un bollo fascinante que para mí reúne todo; sabor, color, textura y versatilidad”.
La propietaria analizó la parte química y mecánica del croissant por dos años para lograr el producto final que hoy comercializa y transmitir los conocimientos al equipo con el que cuenta y trabaja “en total sinergia”. Las puertas de La Croissantería abrieron hace un mes y día a día las ventas se superan, pese al retraso que tuvo el negocio por la importación de los aparatos para la cocina que vinieron directamente desde Europa.
En este momento son 15 las variedades que se ofrecen al público, acompañados por todo lo relativo al croissant y otros bollos con esa masa laminada o muy similar; rolls de canela y “por supuesto excelente café, un compañero lógico del croissant” señaló la experta.
¿Qué hace diferente un croissant de La Croissantería de cualquier otro del mercado?
Nuestro croissant se caracteriza por sus láminas patentes, su color caramelo y lo crocante que es por fuera, aunque aún tierno por dentro. No queremos un croissant blando, o pálido (de fermentación industrial, rápida).
Los precios de los croissants van desde $ 80 el común a $ 260 el de salmón ahumado, siendo el más vendido el de peras y frangipane (crema de almendras tostadas y molidas). El local se encuentra en Ellauri 534, y tienen pensado expandirse, así como también sumar a la brevedad el delivery.