Uno de los cambios que la pandemia ha provocado para la realización de eventos en el verano, es la preferencia por espacios abiertos y alejados, rodeados de naturaleza y que ofrecen un servicio premium.
Un clásico para eventos es Fasano Las Piedras, en La Barra, emprendimiento de origen brasilero, que desde el 2010 se ha posicionado como un lugar top para casamientos, eventos sociales y corporativos. Con una capacidad para más de 350 personas.
Por la misma zona, en la cima del Cerro Eguzquiza, Aguaverde es tal vez el lugar que ha hecho furor esta temporada y que ofrece un espacio ideal para realizar cualquier tipo de eventos, con una vista espectacular a los viñedos y un entorno campestre que hacen de este lugar una experiencia única en el este.
En José Ignacio, el prestigioso Restaurante La Huella y el complejo Vik Retreats (Playa Vik, La Susana, Bahía Vik) son los preferidos de la zona, que logran generar una experiencia única rodeados de dunas y frente al mar, que mezclan glamour y simpleza.
En la zona de Punta Ballena y con una vista única a la Laguna del Sauce, con una terraza espectacular Las Cumbres es uno de los lugares elegidos fundamentalmente para bodas, ya que el ambiente romántico y la calidez del lugar permiten disfrutar de una velada única.
Según una reconocida organizadora de eventos del este,”un evento de 200 invitados en exclusividad ronda los US$ 56.000 en meses como diciembre o marzo, en enero el valor promedio es de US$ 79.000 y en febrero se puede ir a US$ 69.000”, esto contempla el alquiler del lugar en exclusividad, la gastronomía (incluyendo las bebidas alcohólicas), todos los demás insumos son opcionales: iluminación, sonido, dj, decoración, etc. por lo que claramente el costo de un evento de estas características superaría estos montos ampliamente.