El año que acaba de comenzar tiene varios frentes en los que Itaú Uruguay jugará sus cartas. Por un lado, en el frente interno, el año pasado se comenzaron a implementar dinámicas de comunidades en los distintos equipos de trabajo pero no llegaron a ver el impacto de esto en su totalidad. “Este año nos jugamos cómo hacer que el trabajo en comunidades se transforme en más y mejores entregas para atender las necesidades de nuestros clientes y así fortalecer el negocio”, comenta Leandro Perasso, Financiero de Itaú.
Por otro lado, todo indica que el escenario de incertidumbre producto de las cuestiones geopolíticas mundiales que no parecen tener un horizonte claro se potenciará durante buena parte del 2023. Para el banco esto plantea la cuestión de cómo seguir aportando y generando vínculos a largo plazo con los clientes pero sin descuidar o comprometer a la institución. En este sentido, Perasso asegura que “el contexto de hoy no tiene que condicionar el vínculo con el cliente, la cuestión es cómo pasar el momento pero reforzar el vínculo al mismo tiempo”.
Al día de hoy, Itaú cuenta con el 80% de sus activos concentrados en empresas mientras que el resto de la torta está compuesto por los préstamos a personas física, por lo que uno de los objetivos es enriquecer el mix para cambiar esa relación a lo largo del tiempo.
“Esto se dió, primero, porque tenemos una composición muy grande de dólares y generalmente las empresas demandan préstamo en dólares, y la otra cuestión es que pusimos mucho foco en los últimos dos años en crecer en la banca mayorista y hoy estamos en una situación de madurez en ese segmento, fortaleciendo el vínculo con el cliente pero no necesariamente creciendo en crédito sino en servicios y soluciones a la medida de nuestros clientes. Por otro lado estamos creciendo en crédito con persona física, donde teníamos una gran participación relevante en servicios pero no poníamos foco en los créditos. Esperamos que ese 80-20 vaya cambiando y, de hecho, cuando vemos los números nos damos cuenta que los préstamos minoristas, si bien tienen una participación menos relevante en la cartera total de créditos, están creciendo a un ritmo acelerado”
Con respecto a las características de los clientes, Leandro comenta que “además de crecer en banca minorista y ofrecer nuevos productos en este segmento, como la cuenta pocket, estamos ampliando el espectro de influencia en empresas, hoy trabajamos desde multinacionales a grandes empresas locales y regionales con quienes tenemos un vínculo fuerte. Generalmente, primero generás una relación de crédito, cuando ganas la confianza profundizas ese vínculo y ahí no sólo das crédito sino soluciones para complementar sus necesidades. Eso con las empresas grandes ya se está dando, tenemos el desafío de seguir creciendo en pymes para desarrollar un negocio similar a lo largo del 2023”.
Por último destaca que, especialmente en Uruguay, el negocio de la banca está muy asociado al relacionamiento, “por eso la confianza y las relaciones de mediano y largo plazo son importantísimas. La oportunidad sigue siendo acompañar a nuestro cliente a partir de ese vínculo duradero y creo que lo hacemos bien”.