Se trata de un emprendimiento que apunta a todo público como constructores profesionales pero también a cualquiera que necesite realizar mantenimiento o reparaciones en la modalidad ‘hágalo usted mismo’ y que contará con el asesoramiento técnico de vendedores. Allí se encontrarán cubiertas asfálticas, tejas americanas IKO por ejemplo, cubiertas metálicas, chapas traslúcidas, paneles. membranas asfálticas, pinturas impermeabilizantes, todo tipo de aislantes térmicos, aislantes acústicos, químicos para la construcción, etc.
“La propuesta tiene como objetivo ofrecer un amplio espacio de exhibición con modernas instalaciones, donde el cliente pueda asesorarse, tocar y comparar distintas alternativas de productos en una sola operación, con la garantía de una empresa que conoce lo que ofrece”, explicó a InfoNegocios el director gerente de la empresa Darío Rial Calatrella.
“Hoy todos necesitamos ahorrar tiempo y ser asertivos en la elección de los materiales, sea para impermeabilizar, aislar o techar, y para eso el asesoramiento de nuestros técnicos debería traducirse en más calidad y mayor ahorro”, agregó. “Con este nuevo desarrollo Imperplast busca ofrecer variedad de productos, stock permanente, entrega inmediata y una atención comercial que escuche las necesidades y problemáticas de sus clientes con un solo objetivo, resolverlas”, dijo.
Además, se impartirán cursos de instalación de productos para que el público general, instaladores y profesionales puedan proyectar y aplicar en forma óptima los materiales.
Imperplast es una empresa familiar que inició su actividad en 1965 y desde sus comienzos con la visión de su fundador Jorge Rial Avalle ofrece servicios de impermeabilización. A inicios de los 90, y junto con el ingreso de la segunda generación, la empresa decidió ampliar su área de actividad, y comienza a comercializar materiales para la construcción con foco en impermeabilizantes, aislantes, materiales para cubiertas, productos químicos, entre otros.
En 2018, la firma compró el amplio terreno en la intersección de la Ruta 102 y Ruta 101, un punto neurálgico de una zona que ha crecido bastante en los últimos años.