Hay dos interesados en reflotar el Tajamar de Carrasco.
Las firmas Amintel S.A y Virginia Robinson pujarán por quedarse con la concesión del Tajamar de Carrasco. El llalmado pide que el acondicionamiento acústico del local no supere los 40 decibeles y que se reacondicione a nuevo el quincho y parte de su tirantería, señala Rodolfo Rügnitz, desde el departamento de Desarrollo Económico de la comuna. El nombre del legendario salón de fiestas puede (o no) cambiar y la decisión quedará librada al desarrollo de la actividad que el oferente proponga. Rügnitz asegura que no hay montos preestablecidos para reedificar el Tajamar y que “todo dependerá de las características del proyecto del inversor”. El plazo de la licitación es de cinco años y se contará a partir de la ocupación efectiva del local. Vencido ese plazo, la Intendencia podrá prorrogarlo automáticamente por periodos de dos años hasta completar los cuatro, o bien, realizar un nuevo llamado. De esa manera, la comuna no quedaría enredada en temas jurídicos y podría disponer del local si el concesionario no cumple.