La empresa fundada en Estados Unidos y cuyo producto estrella es una bebida nutricional de jugo de aloe vera, se vio afectada positivamente con la crisis económica y de desempleo por un lado (en crisis económica aumentan los vendedores de venta directa y la necesidad de aumentar ingresos) y también por el carácter sanitario de estos tiempos distintos, que llevan a un aumento en el consumo de suplementos nutricionales y vitaminas. “Se conjugan las dos patas del negocio”, explicó Toledo.
Forever Living vende tres clases de productos. Los suplementos alimenticios, que tuvieron un aumento “drástico” en su demanda según Toledo, los productos de cuidado personal como jabones, alcohol en gel y pasta de dientes, que aumentaron según el rubro y por último los productos de cosmética, que sufrieron una caída.
Forever Living tiene unos 40.000 distribuidores registrados, aunque la mayoría compra para consumo personal y no para vender. De esa cantidad, 3.000 hacen operaciones comerciales de forma cotidiana y usa la empresa para aumentar sus ingresos. Según contó Toledo, en el último año aumentó la cantidad de horas que estos distribuidores dedican al trabajo de vender los productos y en consecuencia aumentaron en un 30 y 40% sus ingresos promedio. En su mayoría son personas que están en seguro de paro o ya no hacen horas extra o perdieron sus trabajos.
Se estima que una persona que distribuye los productos de Forever Living gana entre U$ 10.000 y U$15.000 cuando no se dedica a tiempo completo.
Toledo contó que Uruguay se destaca en la región por ser el país donde los distribuidores realizan más operaciones comerciales y lo atribuye a las distancias cortas, la educación de los consumidores y la presencia de la marca en el país.