La apertura en Carrasco de La Resistance Boulangerie implicaba, según Daniel Benseñor, seguir una hoja de ruta bien conocida por todo el equipo y que, en Pocitos, significó una rápida y muy buena aceptación de todos los clientes. Sin embargo, dentro de Montevideo y en un segmento de público similar, el paladar de un barrio y del otro se muestran bien distintos.
“Si en Pocitos los productos con mayor demanda son los panes preparados con masa madre, como la baguette, el pan de campo y el rústico, en Carrasco es totalmente a la inversa, siendo lo más llevado lo dulce, como el croissant de almendras, el danish de crema pastelera y el roll de coco”, dijo Benseñor a InfoNegocios, agregando que “si bien apenas llevamos 10 días abiertos, la tendencia es fuerte y clara, implicándonos un desafío muy interesante”.
Según el propietario de La Resistance Boulangerie, que semanalmente utiliza en cada local unos 1.500 kilos de harina para la elaboración de sus productos, está muy entusiasmado con este nuevo proyecto, “porque así como la panadería implicó un cambio en el consumo de pan en Pocitos, donde venía gente dese el Centro, Cordón e incluso La Teja y del Cerro, en Carrasco buscamos ir un paso más, por eso incorporamos también aceites, vinos y la charcutería Barbudo”.
Benseñor -que hace seis años regresó a Montevideo desde Nueva York, donde aprendió el oficio y la experiencia de panadería- dijo que la idea con estas nuevas propuestas “es que el consumidor pueda venir y tener todo a disposición para armarse una picada: tiene el pan, el vino, los fiambres… tiene todo para ese momento especial”.
Según el propietario de esta moderna panadería cuya propuesta es una fusión entre francesa y neoyorquina, la compra de panificación industrial todavía está muy presente en Carrasco, “pero a medida que la gente nos vaya conociendo más, que el nombre La Resistance Boulangerie suene más, los primeros pasos que el local viene dando ahora van a cambiar, ya que hoy estamos en un 70% que se lo lleva lo dulce y el 30% el pan, cuando en Pocitos es 50% y 50%”.
“Esto -dijo Benseñor- nos hace trabajar de modo muy interesante, porque la necesidad en el barrio era evidente, la llegada a Carrasco de La Resistance Boulangerie estuvo bien, pero el pulso del paladar del consumidor es, por ahora, diferente”.
Un dato interesante es que La Resistance Boulangerie actualmente está enfocada en el mostrador, en el cliente de a pie de todos los días, ya que en 2020, cuando la pandemia se instaló definitivamente en la agenda comercial de todas las industrias y servicios, la panadería artesanal dejó de producir al por mayor, es decir, dejó de abastecer a locales, hoteles y deliverys y se dedicó solo al cliente de todos los días, “que puede pasar y parar solo por dos croissant y se va, pero que vuele una y otra vez”, dijo Benseñor.