“Nos costó mudarnos porque en el lugar anterior habíamos generado una buena sinergia con la gente. Pero por el tamaño del lugar, muchas piezas de mobiliario no las podíamos mostrar. Lo mismo con los materiales, que tenemos muchos, y el cliente confiaba a ciegas porque no teníamos cómo mostrarlos todos. Los mismos clientes nos preguntaban por qué no nos mudábamos”, dijo Eugenia Muzio, una de las directoras de DeCasa, a InfoNegocios.
El nuevo local tiene dos pisos y allí sus dueñas se dan el gusto de mostrar más cantidad de productos y hasta dedicaron un rincón de la casa a simular un taller, para poder mostrarle al cliente los materiales con los que trabajan, ya que gran parte del negocio pasa por los muebles personalizados que hacen.
“También abrimos una nueva línea de negocios (DeCasa Green). La casa tiene un patio hermoso e instalamos un vivero. Creemos que las plantas son esenciales en la decoración de una casa y no las estábamos trabajando. Nos asociamos con una especialista en el rubro, Inés Muzio, para poder brindar el mejor asesoramiento posible. Además en Pocitos no hay casi viveros”, explicó Muzio.
DeCasa hace dos o tres importaciones al año. Busca traer productos distintos de constante para no mostrarle siempre lo mismo al cliente. “Los espejos y los cuadros son lo que más se vende. Vendemos mucho mobiliario también. Hay un fenómeno que no logramos identificar del todo: en una semana viene todo el mundo a comprar determinado espejo y se nos agota. Y a la semana siguiente nadie lo compra y todos están empecinados en adquirir cuadros, por ejemplo”, dijo Mariana Severi, directora de la empresa, a InfoNegocios.