Bloker nació como distribuidor de insumos para el sector salud, pero en 2019 dio un giro estratégico: dejar de representar únicamente marcas extranjeras y desarrollar su propia línea de productos orientados al deporte y la recuperación. El responsable de esa transformación, Federico Giampetro, sostiene que la combinación entre la experiencia regulatoria de la empresa y una presentación de producto cuidada fue clave para posicionarlos como “la marca de referencia en lo que son los productos de medicina deportiva en Uruguay”.
El catálogo hoy convive con el negocio histórico de insumos quirúrgicos y hospitalarios, pero ya muestra un volumen de consumo masivo: según la charla con Giampetro, Bloker comercializa entre 6.000 y 7.000 ítems por mes y tiene presencia en alrededor de 300 puntos de venta, que incluyen farmacias, clínicas y gimnasios. En el último año, solamente la venta en la cadena Farmashop creció un 51%, un indicador de que la estrategia orientada al consumidor final está dando resultados.
La apuesta no se limita a vendas y cremas: la empresa desarrolló líneas nutricionales —barras de recuperación proteicas y de carbohidrato— diseñadas con nutricionistas para cubrir necesidades de atletas de alto rendimiento que, según Giampetro, “si cubrís la necesidad de un deportista de élite, todo lo que hay para abajo está cubierto”. Ese desarrollo alimentario forma parte de un paquete de producto que la compañía promueve como premium y pensado tanto para profesionales como para deportistas amateurs.
Una ventaja competitiva señalada por Giampetro es la habilitación por parte del Ministerio de Salud Pública, algo que facilita la importación y nacionalización de productos que a veces quedan fuera del alcance de empresas sin esa experiencia regulatoria. Esa legitimidad técnica se complementa con una estrategia comercial que combina distribución tradicional en puntos físicos con presencia en eventos —maratones, Ironman, torneos de tenis y hockey— y convenios con clubes y selecciones. Entre los patrocinios y alianzas mencionados figuran Peñarol, Liverpool, Los Teros y Old Boys, y la empresa está en conversaciones con el Comité Olímpico Uruguayo.
La formación profesional es otro pilar: ofrece cursos de vendaje y trabaja con asociaciones como la Asociación de Fisioterapeutas del Uruguay (AFU) para unir acceso al producto y capacitación, una combinación que Giampetro describe como palanca de ventas y construcción de confianza entre profesionales de la salud y consumidores.
En lo operativo, el negocio exige altos niveles de reinversión en stock porque muchos productos son consumibles y la demanda puede tener picos imprevistos. Giampetro admite que el forecasting es un desafío: mantener inventarios suficientes para no perder reposición es clave para sostener el crecimiento en nuevos puntos de venta.
La internacionalización es un objetivo claro. Bloker está explorando mercados en Brasil, Argentina, Chile, México, Estados Unidos e incluso mencionó contactos en Sudáfrica. El proyecto cuenta con apoyo de Uruguay XXI para rondas de negocio y estrategia exportadora; en la charla Federico informó que viajará a México el 2 de noviembre como parte de esa agenda comercial.
Como síntesis de su ambición, la frase de Giampetro lo resume con claridad: “Somos, sin ningún tipo de discusión, la marca de referencia en lo que son los productos de medicina deportiva en Uruguay.”