El “scrum” en las empresas funciona con la lógica de los videojuegos de carreras de autos, en los que existen los “checkpoints” que dan bonus para llegar a la meta. Se trata de una metodología ágil que busca que se trabaje en períodos cortos con un gran proyecto en mente. Como en el caso de los checkpoints, la idea es ir haciendo pequeñas entregas de producto desde el principio para ir mejorando en el camino hacia el objetivo principal.
Si bien desde 2014 BBVA ha estado implementando esta metodología primero en su casa matriz, en España, y luego en distintos países —hoy ya son 3.500 funcionarios del banco alrededor del mundo que operan bajo dicha técnica —, hace dos meses comenzó a trabajarse en la oficina de Uruguay. Según nos contó Alonso, actualmente está trabajando un grupo de 20 personas sobre lo que tiene que ver con la parte digital y ventas, pero la idea es llegar a tener unos seis scrums configurados para distintos proyectos.
Los scrums se conforman con integrantes de diferentes áreas de la empresa, por lo que son grupos multidisciplinares. “Se generan estos equipos que trabajan más ágilmente por períodos más cortos, en lugar de como se hacía como antes: venía la gente de Sistemas, por ejemplo, tomaba un proyecto, lo pensaba, lo trabajaba en su área y al cabo de unos meses volvía con el producto final. Terminaba pasando que había discrepancias con el alcance o que no era lo que se pretendía”, nos explicó el director de Talento y Cultura de BBVA en nuestro país.
Dado que son equipos de trabajo que nuclean a personas de distintos sectores de la firma, era necesario contar con el espacio físico adecuado para poder llevar adelante una correcta metodología ágil. Así, se liberaron los despachos de algunos directores, quienes ahora están trabajando directamente con sus respectivos equipos —lo que también implica una ventaja en ese sentido, porque el jefe se torna más cercano —, y se instalaron espacios abiertos de trabajo, más desconstracturados que las clásicas salas de reuniones. Ahora, se hace mucho uso de pizarras y de post-its, y se fomenta el trabajo en equipo entre compañeros de distintos sectores.
De acuerdo a Alonso, el uso de las metodologías ágiles se viene desarrollando desde comienzos de siglo en firmas vinculadas al área de software —Amazon, Google y Spotify deben parte de su éxito a los scrums —, pero con el tiempo se fue haciendo notorio que también servía para empresas de otros rubros. La banca, específicamente, siempre fue un área muy “cuadrada” y tradicional en su forma de operar, por lo que la aplicación de este tipo de técnicas resulta innovadora: “Creo que el grupo lleva ya muchos años con toda la idea de que teníamos que cambiar; ya desde el año 2000 estaba esa idea de que se venía toda la transformación digital y que no podíamos seguir trabajando de la misma manera. Estamos viéndolo ahora, la banca está teniendo una disrupción muy grande y no solo en unas parcelas de negocio; hoy estamos hablando que desde los medios de pago hasta el servicio a los clientes, con la inteligencia artificial, cambia, son muchas líneas del negocio”, dijo Alonso al respecto. Precisamente, para el director de Talento y Cultura de BBVA en Uruguay la clave está en trabajar como lo hacen las empresas punteras en tecnología y en transformación digital, con metodologías mucho más ágiles, para adaptarse a la vorágine del mercado actual.