Construir una organización requiere invertir una considerable cantidad de tiempo, paciencia y colaboración, así como la aplicación de habilidades y empatía. Definir la misión no es un proceso que pueda apresurarse; se necesita dedicación sincera, adherencia a principios sólidos y la valentía de mantener la integridad al estructurar el sistema conforme a los valores compartidos. Una misión que refleje estos principios genera cohesión y compromiso entre todos los integrantes de la organización, establece un marco de referencia para los corazones y mentes de las personas, proporcionando pautas que orientan sus acciones.
Hoy compartimos lo charlado con parte del equipo de Itaú sobre los valores que guían a la empresa, te mostramos algunas de las caras tras bambalinas y también algo de su historia reciente.