El caso del Santa Catalina afianza el espíritu de boliche tradicional uruguayo.
El bar Santa Catalina de la Ciudad Vieja, frente a la plaza España y a una cuadra de la rambla, demuestra que los uruguayos siguen siendo fanáticos de los bares tradicionales donde se toma cerveza y se come pizza. Hay varios boliches bastante más sofisticados a pocos metros del “Santa Cata”, pero ninguno tan concurrido. Allí no es fácil encontrar lugar: se vino el calor y el Santa Cata está que explota con unas 40 mesas afuera, algunas en la propia calle.