Castro inicia sus actividades en el año 1990 con emprendimiento de barraca que llevaba el mismo nombre. La necesidad de competir, generó la inquietud de comenzar a realizar algunas importaciones que rápidamente trascendieron más allá de ese local comercial.
Antes del segundo año, hubo que incorporar un depósito nuevo y en un corto período se consolidaba una distribución para varias empresas relacionadas con la construcción de todo el país. Paralelamente, la marca comienza a abrir locales comerciales dirigidos al consumidor final, ubicados en puntos estratégicos de Montevideo y uno en el departamento de Maldonado.
Según contó Guzmán Castro lo que más se comercializa son cerámica, grifería y sanitaria.
Guzmán Castro cuenta cómo fue que se diversificaron, “Viendo la tendencia que está instalada, trajimos otro tipo de productos porque nuestro público empezó a requerir más variedad. El mercado te va llevando”.
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