Macarena Pampliega, gerente de Recursos Humanos de Santa Rosa y Car One, expresó que ambas empresas “viven con orgullo” la posibilidad de contribuir a este tipo de causas, siendo más que importante apoyar la movilidad en la comunidad.
“Esta camioneta servirá para facilitar el acceso de los alumnos a la Escuela Roosevelt, que trabaja con un equipo multidisciplinario comprometido con brindar la mejor educación y contención a niños y jóvenes con patologías complejas, que requieren de traslado vehicular”, dijo Pampliega.
Por su parte, Sergio Koundahdjian, administrador general del centro educativo, destacó la importancia que significa para la escuela la llegada de este nuevo vehículo, ya que actualmente son 80 los estudiantes que asisten, de los cuales 70 provienen de contextos socioeconómicos bajos o muy bajos.
“Si nosotros no fuéramos a buscarlos a sus casas, ellos no llegarían a la escuela”, indicó Koundahdjian, agregando que “por lo general, nuestros estudiantes son todos de la periferia de Montevideo, aunque hemos llegado a recoger a algunos en Barros Blancos o Las Piedras”.
La escuela tiene cuatro camionetas con capacidad para entre 10 y 15 niños y según Koundahdjian, la vida útil de algunas de ellas está llegando a su fin, por lo que la donación de esta camioneta es un gran aporte para la institución y clave para asegurar el acceso de los alumnos a la escuela.
“Todos los días a las seis de la mañana cada camioneta empieza a hacer los recorridos. Recogen a los niños en sus casas, llegan a la escuela, los dejan y después cada uno de los vehículos sale de nuevo y va a buscar a otros alumnos. Es decir que todas las camionetas hacen ocho recorridos en la mañana y ocho en la tarde”, agregó Koundahdjian.
La Escuela Roosevelt es pionera en América del Sur en brindar atención integral para la rehabilitación a jóvenes con discapacidad motriz y trastornos asociados. Creada en 1941 y sustentada principalmente con aportes del Estado, empresas, socios y colaboradores particulares, brinda sus servicios en forma gratuita.
La institución atiende a niños y jóvenes de entre 2 y 18 años con patologías como parálisis cerebral infantil, espina bífida, distrofia muscular y malformaciones congénitas y otros síndromes específicos asociados.
Además de recibir alimentación, los estudiantes aprenden y reciben atención de maestras especializadas, asistentes sociales, auxiliares de enfermería y un cuerpo médico integrado por médicos de familia, fisioterapeutas, psicomotricista, nutricionista y psicólogos, entre otros.