Sin duda las empresas familiares son, en Uruguay, las que mejor reflejan el espíritu emprendedor y la adaptación permanente a las necesidades del mercado. Fundada en 2002 como unipersonal, la historia de Eko Varmo comienza con un padre camionero que, ante la crisis económica de la época, decide dejar el volante y se mete de lleno en el trabajo metalúrgico: primero reparando camiones y luego fabricando carrocerías.
“Nos apasiona el metal. Nos gusta explicar así lo que somos porque, realmente, así lo sentimos. Pasión por forjar hogares más cálidos a través de nuestras estufas de alto rendimiento o de doble combustión, como también se llaman”, dijo Juan Archimaut a InfoNegocios, recordando que antes del trabajo en estufas, él junto a su esposa, Zulma Pérez, habían logrado diversificar las actividades de la empresa convirtiéndose en un proveedor clave para industrias locales de su ciudad, Libertad, departamento de San José.
“Trabajamos principalmente para una empresa multinacional fabricante de airbags –dijo Archimaut–, lo que marcó un punto de inflexión para nosotros ya que nos llevó a la incorporación de maquinaria que, para ese entonces, era muy avanzada, como torno y router CNC, plegadoras, guillotinas para cortar chapa… esto nos permitió la creación de productos a medida”.
Desde ese entonces a la fecha Archimaut dijo que la empresa ha hecho inversiones por encima del millón de dólares.
Cuando el fuego se disfruta
Este posicionamiento en la industria nacional generó que en 2015 Archimaut y Pérez dieran otro paso al comenzar a trabajar en el diseño, prueba, corte, plegado, armado, pintura, embalaje y venta de estufas de leña.
“Ese el origen de lo que hoy es Eko Varmo –sostiene Archimaut–, una empresa en la que cada miembro de la familia, puntualmente nuestros tres hijos, juega un rol vital. Diego es contador y maneja la parte administrativa. Martín es arquitecto y se encarga del diseño y la mejora continua de los productos. Mateo, quien estudia marketing, se ocupa justamente de la comunicación y marketing de la empresa. Esta estructura familiar asegura que cada aspecto del negocio esté cuidado en cada detalle”.
El punto es que un negocio de estufas de alto rendimiento no está activo todo el año, al contrario, se mueve por estaciones. “De hecho el 80% de las ventas en Eko Varmo se da entre febrero y julio, comenzando a disminuir ahora en agosto”, dijo Archimaut, agregando que esas ventas son “en un 95% de la línea estufas, mientras que el resto es de las otra dos líneas de negocio que tenemos que son, accesorios y aire libre, en la que tenemos como productos fogones y parrilleros”.
Según dijo el fundador y director a InfoNegocios, “Eko Varmo no es solo una empresa, es una historia de perseverancia y su compromiso con la calidad y la eficiencia la posiciona como referente en la comercialización de estufas de alto rendimiento”.
“Para graficar esto último –remarcó Archimaut–, cabe señalar que en el primer año de Eko Varmo hicimos y vendimos 16 estufas. Actualmente estamos en una producción anual de 1.000 estufas y con una capacidad de producción mayor, de unas 1.500 estufas”.
Con un equipo de 17 personas, Eko Varmo planea seguir creciendo y consolidando su presencia en el mercado, y en este sentido, la firma aprovechará el marco de la 9ª Expo Hogar para lanzar una nueva marca importada desde España, Carbel, que se suma a las ya existentes italianas, Piazzetta y Superior, ambas a pellets.
“Carbel, a diferencia de las italianas, es una estufa de alto rendimiento a leña, como las nuestras, Eko Varmo y Danés”, puntualizó Archimaut, agregando que con esto “la empresa busca aumentar su facturación en el futuro, apoyándose en la innovación constante y la mejora de los productos”.
“Una cosa es tener un negocio y otra una empresa. Una cosa es vender y otra fabricar. Nosotros, como empresa familiar de producción 100% nacional, apostamos a nuestra manufactura, pero también entendemos que a los clientes debemos ofrecerles lo mejor que existe en el mercado y por eso apostamos a incorporar otras marcas”, finalizó Archimaut.