En Colonia el vino no solo tiene sabor (sino también identidad visual)

El colectivo de establecimientos vitivinícolas y enoturísticos del departamento de Colonia, Bodegas de Colonia, presentó la marca con la cual identificará su oferta, desarrollada en el marco del proyecto de redes empresariales que ejecuta la asociación turística del departamento junto con ANDE.

Los establecimientos Buena Vista, Campotinto, Cordano-Almacén de la Capilla, Viñas del Quintón, El Legado, Fripp, Hacienda del Sacramento, Familia Irurtia, Los Cerros de San Juan, Los Pinos, Narbona, Piccolo Banfi y Zubizarreta conforman el colectivo Bodegas de Colonia, un esfuerzo de colaboración e integración cuyo principal objetivo es contribuir al conocimiento y posicionamiento de Colonia como uno de los principales destinos enoturísticos del Uruguay.

Durante su proceso de conformación, este colectivo contó con asistencia de la Asociación Turística del Departamento de Colonia y el apoyo de la Agencia Nacional de Desarrollo, a través del programa Redes Empresariales.

Luego de mucho trabajo, en el que hubo varios encuentros y desencuentros, las 13 empresas llegaron no solo a tener un nombre -Bodegas de Colonia-, sino a hacerse más visibles y posicionarse en el mundo vitivinícola como una de las marcas enoturísticas más importantes del país, con su propia ruta del vino.

Partiendo de la diversidad de las bodegas -tradicionales, familiares, artesanales, innovadoras e industriales- pudieron fortalecerse y complementarse contribuyendo al conocimiento y posicionamiento del departamento de Colonia como destino enoturístico vacacional y como lugar de convenciones y congresos.

En este marco, la construcción de la marca fue una necesidad y elaborar una identidad visual también, llegándose ahora a esto con una identidad visual que refleja la competitividad del producto enoturístico de las 13 bodegas que integran la red Bodegas de Colonia.

Me tomo 5 minutos y… (en Pausat disfruto la calma de un rico café)

Entre el bullicio diario de Ciudad Vieja y el Centro, más precisamente en el límite de ambos barrios, sobre la calle Ciudadela, abrió sus puertas Pausat, un espacio que invita a detenerse unos instantes de la rutina y disfrutar de cafè i pans en una zona donde se mezclan ejecutivos y bohemios. Para conocer más cómo conviven estos trajines, conversamos con Valeria Noble, una de las socias directoras de Pausat.