Las elecciones internas están peleadas y son difíciles de predecir.
Todos quieren saber quién será el próximo presidente, pero las empresas consultoras están preocupadas porque reconocen que las encuestas para las internas tienen enorme margen de error y son “la tumba de los encuestadores”. Aparentemente, el margen de error depende de la falta de recursos, del dinero y el tiempo disponible, que obligan a realizar encuestas con muestras de hasta mil. Aunque es una cifra que alcanza para hacer estimaciones, no da demasiada seguridad en elecciones no obligatorias.