La construcción se suma a la reducción de carga horaria.
Primero fueron los obreros de la bebida, que hicieron un acuerdo a prueba prometiendo rendir más en menos tiempo, y ahora les tocó a los de la construcción, los muchachos del Sunca. Tanto insistir e insistir, lograron reducir su jornada laboral de 48 a 44 horas, algo que representa un aumento salarial de 9,09%, ajustes por un 30% a lo largo de todo el convenio, licencias especiales para los obreros con hijos con capacidades diferentes y tutelas especiales para delegados de seguridad. Antes de la Revolución Industrial era normal que los niños trabajaran 12 horas diarias en las minas de carbón, algo que hoy nos parece inconcebible. ¿Cuál creés que es el límite en cuanto a beneficios laborales para los trabajadores?