En su discurso “a la barra” Mujica se comprometió a “barrer la indigencia”.
Saliéndose varias veces del protocolo, Mujica fue fiel a su estilo. Se bajó del Pepe Móvil y caminó hacia la Plaza Independencia a lo largo de unas cuatro cuadras. Después de recibir la banda presidencial de manos de Tabaré Vázquez, lo acompañó y bajó a saludar a los ahora ex ministros. Todos los ministros entrantes, salvo las mujeres y el ministro de Salud Pública, Daniel Olesker, vistieron traje y corbata. Previo al breve desfile militar dio un sobrio saludo de mano a la plana mayor de las fuerzas militares y policiales, en su calidad de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. En su discurso “a la barra”, totalmente improvisado, Mujica cambió el tono y puso énfasis en el compromiso de “barrer la indigencia y bajar un 50% la pobreza”. Afirmó que “no por estar arriba, tu corazón y tu compromiso dejan de estar abajo”. Arengó al pueblo con un “no al odio, no a la bronda, no al escepticismo, no al criticismo” y a redoblar la lucha porque “derrotados son sólo aquellos que dejan de luchar. Viva la Patria, viva el Uruguay, viva América Latina”. Durante los saludos protocolares con los representantes extranjeros, Mujica recibió varias invitaciones, entre ellas a México y Francia.