La iniciativa tuvo el propósito de transformar al ingrediente en una herramienta de desarrollo para microproductoras gastronómicas.
Cofinanciado con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP), el proyecto hizo énfasis en los atributos nutricionales y sostenibles de la cebada. A pesar de ser ampliamente utilizado para la fabricación de la cerveza, se trata de un grano muy versátil, que puede ser aplicado a la panificación como modo de aportar sabor, textura y valor nutricional a las preparaciones.
En modalidad híbrida se desarrolló un ciclo de formación del que participaron 19 emprendedoras, quienes aprendieron sobre el manejo de la harina de cebada malteada en panificados, el desarrollo de productos, diversas técnicas para mejorar la productividad y la calidad, la disminución de desperdicios, la celiaquía y la reducción de la contaminación cruzada, entre otros aspectos de valor.
La experiencia no terminó allí, puesto que se realizaron tutorías y mentorías a 12 de ellas, mediante las que aprendieron sobre la creación de recetas propias con harina de cebada malteada y la mejora de procesos productivos para potenciar sus oportunidades en el mercado.
Las emprendedoras que finalizaron el programa, recibiendo un certificado que lo acredita, indicaron que sus aprendizajes les permitirán ofrecer propuestas más competitivas y con mayor valor agregado.
“Estamos entusiasmados de ver cómo las emprendedoras incorporan la harina de cebada a sus preparaciones, aprovechando su potencial para desarrollar y diversificar su producción con este recurso tan valioso para nuestra operativa”, expresó Jimena Pérez, gerente general de FNC.
La harina de cebada es una fuente natural de fibra soluble, que favorece la digestión y contribuye a una mejor salud intestinal. Gracias a su bajo índice glucémico es una opción ideal para quienes buscan mantener estables los niveles de azúcar en sangre. Además, su composición rica en vitamina B, hierro y magnesio la convierte en un ingrediente beneficioso para el bienestar general y el correcto funcionamiento del organismo.
Esta iniciativa posicionó al ingrediente como una herramienta de desarrollo y empoderamiento, y es parte de los constantes esfuerzos de FNC en busca de una innovación sostenible y el perfeccionamiento de las capacidades a nivel local.