Como ocurre cada año, la consultora KPMG publicó un análisis acerca de las Tendencias Emergentes en Infraestructuras y reflexionó en torno a las oportunidades que se presentan para este 2022. En ese marco, la empresa realizó un fuerte llamado a cambiar el camino y comenzar un trayecto sustentable, con énfasis en la agenda climática, social y de gobernanza.
En el análisis, KPMG aseguró que las decisiones que se tomen este año en materia de infraestructura serán las que sienten las bases para la evolución del mundo durante el próximo siglo. Es por esto que estableció siete tendencias a tener en cuenta para lograrlo: “Pasar del discurso a la acción”, “Construir a largo plazo en un mundo de corto plazo”, “Mantener el control y fomentar la agilidad”, “Hacer realidad lo digital”, “Suministrar infraestructura, abastecer al mundo”, ir “Hacia una nueva definición de ‘habitable’” y “Pagar por todo”.
La primera, referida a pasar del discurso a la acción, “lo que marca es la necesidad de generar acciones concretas, tendientes a la descarbonización”, indicó Magdalena Perutti, directora asociada en el área de Asesoramiento Financiero de KPMG Uruguay, agregando que “no hay más tiempo para discursos, el mundo necesita reducir la emisión de gases de efecto invernadero de forma urgente”.
En esa línea, Perutti indicó que Uruguay está en una “posición privilegiada para impulsar la movilidad eléctrica”, algo que ocurre no solo en relación a los vehículos particulares, sino también a los referidos al transporte público.
“Sin duda que no estamos en cero y son muchas las acciones que desde UTE, el Ministerio de Transporte, el Proyecto Movés y las intendencias están llevando adelante en ese sentido”, indicó la directora asociada. Sin embargo, aseguró que es necesario seguir avanzando para que en el mediano plazo “una parte muy significativa de la flota de transporte público sea eléctrica”.
Por otra parte, la jerarca hizo referencia a la tercera tendencia detectada por KPMG en su análisis, vinculada a mantener el control y fomentar la agilidad. En ese sentido, Perutti recordó que los procesos que tienen que ver con la contratación de infraestructura generalmente son largos, ya que tienen el objetivo de garantizar la gobernanza, la transparencia, el diseño y la implementación de los controles adecuados por parte del Estado. En otras palabras, lo que se busca es dar garantías a los ciudadanos sobre los recursos invertidos.
"Sin embargo, parecería que cuanto más control queremos ejercer, más lento es el proceso. Cómo combinar la agilidad de los procesos sin resignar control es un desafío al que Uruguay no es ajeno”, expresó Perutti.
Las perspectivas elaboradas por KPMG surgen de la recolección de diversos datos, así como del análisis y la información emitida en otras publicaciones similares. Después de 10 años de realizar predicciones para el sector en todo el mundo, es posible decir que esta publicación acertó con más frecuencia de la que se ha equivocado.
Es por este motivo que la publicación apunta a que los responsables en la toma de decisiones en materia de infraestructura tengan una visión integral sobre las necesidades individuales y las oportunidades que se presentan.