Lo hizo famoso el doctor suizo Maximilian Bircher-Benner. El mismo era muy aficionado a la vida sana y estaba en contra de la alimentación basada en la carne. Un día, conoció a un campesino que gozaba de una salud extraordinaria. Intrigado, descubrió que este campesino comía siempre, por la mañana y por la noche, una papilla mezcla de leche, miel y cereales. Además, lo combinaba con una manzana.