Google lanzó Bard y se le para de manos a ChatGPT (¿da miedo? un experto responde)

Conversamos con un especialista en IA de Ingenia para saber si debemos integrar los modelos conversacionales en nuestro trabajo o mantenerlos lejos para que no nos reemplacen. ¿De qué lado estás?

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Bard, el que seguramente será el gran competidor de ChatGPT ya está accesible para usuarios de EE UU y Reino Unido. Así Google se sube al ring de los modelos conversacionales basados en IA para enfrentar a OpenAI y Microsoft.

Para aportar algo de claridad en momentos en que se habla de IA hasta en los programas de chimentos, conversamos con Damián García de Ingenia, empresa que se espacializa en arquitectura de software, desarrollos para modernización y transformación digital.

Los motivos de este momento trendi para IA radican en que ahora está al alcance de cualquier persona, destaca Damián y agrega que este es un gran cambio que en ámbitos corporativos está provocando la aplicación de la IA integrándola al negocios, fundamentalmente para optimizar tareas repetitivas.

Para el experto claros ejemplos del procesamiento del lenguaje son los bots para dar respuesta fuera del horario de atención al cliente, atención de primer nivel. Estos desarrollos impactan en la inteligencia de negocio como sucede con las sugerencias dentro de un market place.

La pregunta recurrente al respecto es si debemos tenerle miedo al avance de la IA en el mercado laboral. Damián que está en contacto permanente con los clientes de Ingenia, revela que efectivamente el miedo al reemplazo existe pero que históricamente ha sucedido que el trabajo se transforme. Cita como dato de respaldo que hace años el mantenimiento de los servidores se realizaba manualmente y que hoy esa tarea está absolutamente automatizada, pero que esa mano de obra no se eliminó sino que se transformó. Y agrega que en el caso de los bots de atención a clientes han logrado hasta mejorar la salud de los empleados que antes realizaban esa tarea.

En el caso específico de la programación el especialista revela que efectivamente ChatGPT (y próximamente Bard) se está utilizando en los primeros niveles de desarrollo de software, creación de pruebas o documentación del código. Pero que todo lo que le piden al chat luego lo contrastan con sus propios conocimientos. 

Sobre sus usos en la educación Damián opina que se debe cambiar el modelo a partir de la integración de estos desarrollos de IA, contrariamente a la prohibición de su uso que ya se ve en algunos países.

Finalmente y enfrentando el temor que provocan en el ámbito laboral el especialista admite que los generadores de imágenes a partir de texto como Dall E o Midjourney son realmente increíbles y que seguramente reemplazán a los trabajos de diseño de bajo agregado de valor.

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