Medio y Medio Club de Jazz también tendrá un hotel boutique en Punta Ballena
Con entradas agotadas todos los días, Medio y Medio Club de Jazz y Restaurante de Punta Ballena es uno de los grandes “animadores” de la temporada. Encontró el “filón” ofreciendo espectáculos de calidad al borde del “cantopopu-rockero” del Río de la Plata y Brasil. Tiene un escenario llamado Fattoruso de forma circular en el que pueden ubicarse cómodas unas 90 personas. Ya pasaron por sus escenarios este año desde Hilda Lizarazu hasta Jaime Ross y para febrero agendó al El Cuarteto de Nos, Paulinho Moska y Skay Beilinson, entre otros. Leandro Quiroga Ferreres, su alma mater y director artístico, nos contó sobre los inicios y algunas novedades para el 2012. Por 1995 (tenía 18 años) surgió la idea de tener un boliche para trabajar en verano y poder seguir estudiando con sus hermanos en Argentina. “En seguida se armó la propuesta de música en vivo y la cocina de autor. Armamos las salas de conciertos y la carta exclusiva” recuerda. Luego Lucho González, un gran guitarrista peruano, le propuso abrir una productora, hoy LQF Music. El resto de la historia en nota completa.
Con entradas agotadas todos los días, Medio y Medio Club de Jazz y Restaurante de Punta Ballena es uno de los grandes “animadores” de la temporada. Encontró el “filón” ofreciendo espectáculos de calidad al borde del “cantopopu-rockero” del Río de la Plata y Brasil. Tiene un escenario llamado Fattoruso de forma circular en el que pueden ubicarse cómodas unas 90 personas. Ya pasaron por sus escenarios este año desde Hilda Lizarazu hasta Jaime Ross y para febrero agendó al El Cuarteto de Nos, Paulinho Moska y Skay Beilinson, entre otros. Leandro Quiroga Ferreres, su alma mater y director artístico, nos contó sobre los inicios y algunas novedades para el 2012. Por 1995 (tenía 18 años) surgió la idea de tener un boliche para trabajar en verano y poder seguir estudiando con sus hermanos en Argentina. “En seguida se armó la propuesta de música en vivo y la cocina de autor. Armamos las salas de conciertos y la carta exclusiva” recuerda. Luego Lucho González, un gran guitarrista peruano, le propuso abrir una productora, hoy LQF Music. El resto de la historia en nota completa.